VILLOLDO
Abrió sus puertas hace 7 años y desde el primer momento conquistó a los madrileños con su honesta cocina, que traía un trocito de Palencia a la capital, con una carta en la que todos los platos son apetecibles y que resume la culinaria de la extensa comunidad de Castilla y León. Destacan propuestas como la Ensalada de bonito del norte embotado en casa con tomates y pimientos, las Alubias blancas viudas de la Vega de Saldaña, los Chipirones en su tinta rellenos de sus patas, jamón y huevo. No hay que dejar de pasarse en temporada de matanza, que realizan en el pueblo palentino, y con cuyas viandas siempre hay platos especiales. Este año incluso trajeron un el menú especial ‘de pies a cabeza’ a la capital. Digno de chuparse hasta las patas. En su acogedor espacio, cada almuerzo o cena se convierte en una experiencia única, combinación perfecta de su excelente producto y servicio.